En el día internacional del Guía de Turismo, la Asociación de guías os
propone echar un vistazo a San Jerónimo, el patrón de los traductores y, que
tanto tiene que ver con nuestra profesión, Aunque San Jerónimo se celebra el
30 de septiembre, fecha de su muerte, lo queremos recordar en nuestro día.
San
Jerónimo es uno de los 4 padres de la Iglesia Latina. Nace en Estridón, de ahí
que se le conozca con el nombre de Jerónimo de Estridón, y vivió en el siglo IV.
San Jerónimo fue un gran escritor, pero hoy vamos a detenernos en su faceta de
traductor, ya que, por orden del papa San Damaso, fue el encargado de traducir
la biblia del hebreo al latín. Hasta entonces solo se podía leer en griego
o hebreo. Había alguna traducción al latín pero era incompleta e inconexa y se
conocía con el nombre de la Vetus Latina. Además, no
había sido traducida por una única persona o institución y ni siquiera se había
editado de forma uniforme. San Jerónimo no era un especialista en hebreo,
así que como hemos hecho los guías, tuvo que marcharse a aprender el idioma,
para lo que eligió la ciudad de Belén y desde allí, él solito y “sin traductor Google”
comenzó tan magna obra.
Todas
las obras importantes tienen errores y S. Jerónimo tuvo varios, debido a lo que
podemos ver a la famosa escultura del Moisés de Miguel Ángel con cuernos,
hablamos de la manzana del pecado original, o hemos escuchado multitud de veces
"es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja que un rico en
el reino de los cielos".
Esta
traducción se conoce con el nombre de Vulgata, y el nombre le viene de la vulgata
editio (edición divulgada, dada al público) que se escribe en latín corriente
para que llegue a todas las personas en vez del característico y más complicado
latín clásico. En la Edad Media la Vulgata sufrió muchos errores debido a la
multitud de copias.
Las notas marginales fueron interpoladas erróneamente en el texto y
así, ninguna copia era igual a otra.
Cerca del año 550, Casiodoro hizo la primera
tentativa de restauración de la Vulgata a su pureza original. Alcuino de York supervisó los
esfuerzos para copiar una Vulgata restaurada, que él presentó a Carlomango en 801 y así podríamos citar a otros muchos
traductores
Pero si
queréis ver a un S. Jerónimo impresionante, no en su faceta de traductor, sino en
la de penitente, que es la imagen que todos tenemos en mente, acudid a la
catedral, a la Capilla de los Condestables. Allí, en el retablo de San Pedro encontráis
uno de los San Jerónimos más bellos jamás esculpido, en este caso obra de
nuestro Diego de Siloe
Estamos deseando poder enseñároslo durante nuestras visitas guiadas en la bella Catedral de Burgos, aprovechando que este año se cumple su VIII centenario. Consultad nuestras visitas en www.guiasdeburgos.es , o en el correo guiasdeturismoburgos@gmail.com
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