El Arco de Santa María constituye todo
un emblema para la ciudad de Burgos y cada día transitan por este lugar miles
de personas.
El año 1878, con motivo de haberse
descubierto las pinturas que adornan el intradós, la Comisión de Monumentos
dio un curioso informe que se publicó en el periódico local “Caput Castellae”,
sosteniendo que el arco se repintó en 1600 para recibir a Felipe III y su
esposa, quienes no llegaron entonces a venir a Burgos. Sin embargo, Cantón Salazar en su “Monografía de la casa
del Cordón”, afirma que fue con motivo de la boda de Carlos II que se
realizaron estas pinturas, apoyando esta opinión en el manuscrito de Arriaga
que afirmaba que en 1679 “se renovó el arco con plausibles jeroglíficos”
En el interior del arco a mano derecha
está representada la diosa Juno de pie con aureola al estilo egipcio,
sosteniendo una lanza en su mano derecha mientras con la izquierda acaricia a
un pavo real. De la pica de la lanza parte una tira donde se puede leer: “Nunc
venio Lucina, fui quae pronuba vobis. Partus verosque solvo diserea virtute
caballi” (Vengo ahora como Lucina, la que fui madrina de vuestra boda. Y desato
partos felices con el astral influjo del caballo)
En la parte opuesta está Venus con el
talle ceñido por una correa, teniendo en la mano derecha una cabeza de
adormidera y en la otra mano el globo terráqueo, descansando a los pies de ella
Cupido con el carcaj colgado a la espalda. La alegoría de Venus en “estado de
buena esperanza” desde donde desciende hasta Cupido otra tira tiene la
siguiente leyenda: “Omnibus fers ovatum multomodo cestum. Propagatio de quoquan
ex Adonide philtrum”. (Llevas tu ceñidor, preñado en muchas maneras de
favorables augurios. Y la propagación de cualquier ser es un filtro de Adonis).
En el centro de la arcada en un cartel
aparecen estas palabras: “Et samis atque cypris, discordes tempore longo, sunt
simul, pulchra ut faciant vos proleparentes” ( Por largo tiempo en desacuerdo,
están aquí juntos, para haceros padres de una hermosa descendencia”
Burgos está lleno de rincones
sorprendentes, anímense a descubrirlos con nosotros.