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jueves, 14 de mayo de 2020

CELEBRACION DE SAN ISIDRO EN BURGOS



Una de las parroquias de Burgos que celebra con mayor solemnidad la festividad de San Isidro es la iglesia de San Pedro y San Felices.
La historia de esta parroquia se remonta al siglo XVI. Era una parroquia rural con pocos habitantes, en su mayoría labradores, motivo por el cual era tan importante la celebración del día de su santo patrón, San Isidro labrador.
Esta iglesia estuvo relacionada con la hospitalaria Orden de San Juan de Jerusalén hasta 1855 y  posteriormente, durante un tiempo, estuvo adscrita a la parroquia de San Cosme y San Damián.
En una obra de 1867 se señala que detrás de la parroquia se hallaba el cementerio de los fallecidos en hospitales, así como de presos y ajusticiados.
Con el paso de los años, la zona creció, convirtiéndose en uno de los barrios más poblados de la ciudad. Tanto es así, que en 1963 se amplió el templo, aprovechando el antiguo edificio como nave transversal del actual templo neogótico
Como obras de arte destacan dos retablos: uno dedicado a San Pedro (siglo XVIII) y otro a Santa María (imagen procedente del desaparecido convento de San Pablo). También es remarcable el mosaico Cristo Crucificado del ábside actual situado al norte, obra de Santiago Padrós. En el altar mayor se expone una imagen de Nuestra Señora de Rocamador, ​ advocación relacionada con el Camino de Santiago, que procede de la desaparecida iglesia de San Román, ​destruida por la explosión del castillo durante la Guerra de la Independencia.

En la actualidad la celebración de San Isidro es el colofón a las fiestas del barrio de San Pedro y San Felices.
El acto central del día 15 de mayo es la ofrenda al santo para que bendiga los campos. La comitiva parte en procesión con destino al cerro de San Isidro, donde tiempo atrás sólo había campos de cultivo. Miembros de la peña Los Felices portan las viandas, frutas y verduras, las mismas que posteriormente se subastarán en la sede de la peña. Ya en el cerro, a escasos docientos metros de la parroquia de San Pedro y San Felices, se realiza la tradicional bendición de los campos para regresar posteriormente a la iglesia del barrio, donde se celebra la misa. Al acabar la celebración grupos locales de danza bailan en el patio de la iglesia.

Tendremos que esperar a que pase esta pandemia que estamos viviendo para volver a festejar, como años atrás, las fiestas de uno de los barrios más emblemáticos de Burgos.
Descubre con la Asociación de Guías de Burgos la historia de nuestros barrios y nuestras tradiciones. Contacta con nosotros en el teléfono 659268321 o en www.guiasdeburgos.es y

martes, 12 de mayo de 2020

LA FIESTA DE SANTO DOMINGO DE LA CALZADA EN VILORIA DE RIOJA




                                              (fotos de Noelia)


El 12 de mayo se celebra la Fiesta de Santo Domingo de la Calzada en su villa natal, Viloria de Rioja. Esta localidad de la provincia de Burgos está enclavada en la denominada Riojilla burgalesa y  venera con gran emoción a su ilustre paisano.

Comienza  la fiesta con los mozos y la ruidosa chiquillería acompañando  desde muy pronto a los músicos encargados de anunciar con su alegre pasacalles la importancia del día que comienza.

El acto central de la celebración es la Misa solemne que tiene lugar en la iglesia parroquial a la que acuden la corporación municipal y todo el pueblo vestidso con sus mejores galas. En tiempos pasados, pero no tan lejanos, era costumbre invitar a un predicador de reconocido prestigio, que ensalzaba en su sermón las virtudes y milagros del Santo jacobeo. En la actualidad suelen acudir sacerdotes de localidades cercanas que concelebran con el párroco de Viloria.

Una vez finalizada la celebración religiosa un grupo de jóvenes, denominados danzantes, y dirigidos por el “cachiburrio”, que porta un palo decorado con cintas de colores y en cuyo extremo resaltan unos pelos de animal, reciben al son de las castañuelas la salida en andas de Santo Domingo. Los danzantes de la Riojilla Burgalesa siempre han estado considerados como unos de los mejores de toda España, así consta en algunos documentos en los que eran requeridos para animar las fiestas de importantes localidades. Van vestidos con pantalón blanco, camisa del mismo color y alpargatas con cintas de colores, faja roja y mantón de Manila cruzando el pecho.

En la explanada frente a la iglesia los danzante realizan las denominadas ”pasadillas” ,es decir, se intercambian de lugar bailando al son de la música.

A la señal del “cachiburrio” los danzantes hacen una reverencia al Santo, el cachiburrio da una voltereta delante de la imagen de Santo Domingo al grito de “ Viva Santo Domingo. Victor” y comienza la procesión por las calles del pueblo. Encabezan la misma los danzantes y la cierra la corporación municipal y el pueblo. Es tradición que los naturales del lugar se turnen para llevar al Santo en andas ¡Un verdadero Honor!

Una vez recorrido todo el pueblo en procesión se regresa a la iglesia donde una persona  recita con gran emoción el Sermón del Santo.

Era tradición que este día la Cofradía del Santo invitara a comer a todos los pobres de la zona un suculento menú compuesto de caparrones de la Virgen, chorizo, morcilla, tocino, buen pan y mejor vino. El día finaliza con la siempre imprescindible verbena.

Ésta información y otras muchas te descubrimos durante las visitas guiadas por la Provincia de Burgos de la Asociación de guías de Turismo de Burgos. Podéis contactar con nosotros en la página web www.guiasdeburgos.es o en el correo electrónico guiasdeturismoburgos@gmail.com

sábado, 9 de mayo de 2020

SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE CANTONAD





El santuario está situado en el burgalés Valle de Mena, lugar mágico, misterioso y lleno de historia. La vista que se nos ofrece desde el  Cantonad es excepcional al observarse las mejores vistas de la depresión de Mena.

Desde el santuario contemplamos los Montes de la Peña, frontera natural con el valle de Losa, y los pueblos de Lezana y Vivanco son los pueblos que custodian la Virgen morenita.

Antes de convertirse en el lugar donde se venera a la patrona del valle, la Virgen de Cantonad, los primitivos pobladores de la zona ya realizaban rituales mágicos en el cerro.
Cantonad es un topónimo curioso. Proviene de “Campus Donatus” o “Camp-Donat”, según se refleja en una donación otorgada en 1166 a favor del primitivo monasterio de Vivanco, titular de la primitiva iglesia románica.

Hay otra explicación sobre el origen del nombre de Cantonad, que proviene del vascuence “junto a” o “cerca de”. La desinencia “dad” pudiera ser deformación de “haitz” que significa “roca” en eusquera.

La Virgen morenita de Cantonad es una de las advocaciones más antiguas de toda la provincia de Burgos, y desde el S.XVII es la patrona del Valle de Mena, antes lo fue Santa María Egipciaca.

En el año 1645 se apareció la Virgen, en el monte Anzo, a un pastorcillo de 13 años llamado Lázaro Cristantes y le prometió ser la protectora del valle. Para que su historia fuera creída la Virgen tomó unos hilos de su gabán y con ellos formó una cruz que prendió al rosario del joven, y con esta prueba volvió al pueblo.

En el lugar se construyó una ermita que hoy está en ruinas, al ser el lugar de la aparición una zona alejada de difícil acceso se construyó una ermita en Mercadillo, centro administrativo del valle. Cuando el culto a Santa María Egipciaca decayó la ermita de Mercadillo pasó a denominarse de San Isidro y la de Cantonad volvió al patronazgo.
En la actualidad pertenece a la diócesis de Santander.

Tenemos ganas de volver a viajar por nuestra provincia de Burgos en cuanto nos dejen. La Asociación de Guías de turismo de Burgos os lleva. Si queréis información sobre estos viajes, escribid un correo a guiasdeturismoburgos@gmail.com
o buscadnos en la web www.guiasdeburgos.es

martes, 5 de mayo de 2020

UNA DE LAS MÁS BELLAS PIEZAS DE LA CATEDRAL DE BURGOS


Esta bella pieza, que descubrimos en el Museo de la Catedral de Burgos, pertenece al llamado Tesoro de la Capilla del Condestable.

La inscripción situada en la parte trasera de la pieza indica que fue una donación del IV Condestable de Castilla a la Capilla que su familia había realizado en la Catedral de Burgos. Pero sabemos que su antecesor, D. Íñigo ingresó en la Orden del Toisón de Oro en 1518, de modo que se podría atribuir la pieza al III Condestable, puesto que, en la base, podemos contemplar el escudo de este personaje, en el que se incluye el símbolo de esta orden tan unida a la casa de los Austria.

El autor es el gran Diego de Siloe y se data hacia 1520. Mucho se ha hablado de este autor burgalés. Pero lo que nos sorprende es la maestría que demuestra al trabajar el alabastro. Nos transmite la finura y ligereza de la seda en las vestiduras de la Virgen y del Niño, con los finos pliegues y los frunces de la tela alrededor del broche que sostiene el manto de María.

Por otro lado, la ternura que emana la pieza es sorprendente, por el rostro amoroso de María, el gesto suave en la cara del Niño Jesús y la delicadeza en la manera de sostener al niño o éste al tocar el mentón de su madre.

La pieza se realiza en alabastro bellamente tallado, y en el que se aprecia los restos de su policromía original.

Está enmarcado en un espejo de madera dorada

Muchas de estas piezas la muestra la Asociación de guías de Turismo de Burgos en sus recorridos por la Catedral de Burgos. Si queréis información de esas visitas contactad con nosotros en el correo guiasdeturismoburgos@gmail.com o en la web www.guiasdeburgos.es

domingo, 3 de mayo de 2020

¿DA VINCI?, ¿UN ALUMNO? , ¿AMBOS?

Uno de los cuadros más fascinantes de la Catedral de Burgos es la "Magdalena" (llamada así por haber nacido en Magdala, pueblo al pie del lago Tiberiades). Se encuentra en la capilla de los Condestables, y tiene gran interés,  tanto por su delicadeza en la ejecución, como por el misterio que encierra su historia y su autor.

Fue donado por el cuarto Condestable de Castilla, don Pedro Fernández de Velasco, apareciendo inventariado en 1542. Ahora viene la gran pregunta....¿lo pintó Leonardo Da Vinci?...¿algún discípulo?... ¿ambos?. Es difícil saber si en realidad es obra de Da Vinci. Algunos expertos apuntan a que el rostro del cuadro podría ser de Leonardo, y el resto, torso y manos podrían ser obra de uno de sus discípulos,Gian Pietro Ricci, "Gianpetrino". Lo que si es cierto es que existen una serie de características propias de la obra de Leonardo y su estilo, y que recuerda a la famosa " Gioconda".

La Magdalena, de la capilla de los Condestables, presenta un gesto entre melancólico y espiritual en su rostro, principalmente en sus ojos y en sus labios entreabiertos, así como una cierta delicadeza un tanto afectada, tierna y dulce. También se puede adivinar en esta pintura, la famosa técnica de Leonardo, el "sfumato", donde el autor plasma una especie de neblina al fondo, con los contornos difuminados, que aportan más profundidad al paisaje y misterio a la protagonista. Otro detalle del cuadro es la copa (símbolo con el que siempre se representa a María Magdalena, y, con la que iba a ungir el cuerpo de Cristo), colocada estratégicamente  entre sus brazos, además de su larga y abundante melena, tapando su cuerpo desnudo y en actitud penitente.

Como anécdotas, se puede apuntar, que durante la invasión napoleónica, los franceses intentaron llevarse la pintura, pidiendo que se la donasen, justificándose en "los beneficios que había recibido la catedral , custodiada para evitar que se viera dañada". Finalmente no lo consiguieron gracias a la astucia de los canónigos, argumentado que "el cuadro no pertenecía al templo, sino a una familia:...lo cuál sería un robo y quedaríamos como ladrones" . Y otra anécdota  curiosa es que, el cuadro está protegido por un cristal antibalas, de varios centímetros de grosor, adquirido por el Cabildo en Francia.

Durante las visitas guiadas de la Asociación de guías de turismo de Burgos a la Catedral, podremos contaros esta y otras anécdotas de nuestras grandes obras de arte. Podéis buscar información en la web www.guiasdeburgos.es o, en el correo guiasdeturismoburgos@gmail.com

viernes, 1 de mayo de 2020

EL PORTAPAZ DEL S.XIV DE LA CATEDRAL DE BURGOS




                                        foto sacada del Libro de la Catedral de Burgos (DB)


Una de las piezas más bellas y delicadas del interesante museo catedralicio de Burgos es el exquisito portapaz de la Virgen entronizada con el Niño en su regazo. Fue realizada en torno a 1390 en talleres parisinos especializados en la talla del marfil. Se ha identificado con la que el Duque de Berry regaló en 1394 a la esposa de Enrique III, Catalina de Lancaster, y que luego pasó a formar parte del patrimonio del condestable castellano. Según las últimas investigaciones, fue en ese momento cuando se le añadió el asa y el cordón de oro de su base para uso litúrgico.

El trono es de oro decorado con finos pináculos y tracerías góticas culminados por perlas, zafiros y aljófares deslumbran en la peana.

La figura es de niclé (una variedad de la calcedonia), mientras que el rostro de la Virgen y el Niño son de marfil, sus rostros están animados con una tierna sonrisa, una gracia que marca una nueva idealización.

Si os apetece, en el momento que podamos, retomaremos nuestras visitas a la Catedral de Burgos. Buscadnos en www.guiasdeburgos.es o en el correo guiasdeturismoburgos@gmail.com