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viernes, 18 de septiembre de 2020

SAN JUAN DE ORTEGA Y EL MILAGRO DE LA LUZ

 


Juan Velázquez, aparece en nuestra historia en 1080. Nació en la aldea burgalesa de Quintanaortuño.

Juan de Ortega, nombre por el que se le conoce tradicionalmente, fue un gran hombre, eclesiástico y maestro de obras.

Muy joven dejó su pueblo para trasladarse a Burgos, y se formó junto a San Lesmes en el monasterio de San Juan, donde el mencionado santo regía un hospital para peregrinos y le asesora y le ayuda a conocer las buenas influencias del Camino.

En 1094 conoció a Santo Domingo de la Calzada. Tras este encuentro, siguió al santo como discípulo y colaborador en su actividad constructora en La Rioja; en concreto colaboró con santo Domingo en la construcción o reconstrucción del puente de Logroño y de la calzada que estaba haciendo.

Debido a las convulsiones que sufrió Castilla, decidió huir de las luchas y peregrinar a Roma y a Tierra Santa,

Tras un año de estancia regresa a su pueblo con las reliquias que traía, de varios santos, entre ellas la de San Nicolás, San Esteban y otros muchos. Él sabía que cualquier reliquia daba vida a un monasterio y atraía peregrinos y limosnas.

El Camino de Santiago tiene muchísimos lugares y rincones que se presentan al peregrino con una magia especial, de eso no cabe ninguna duda. El lugar llamado Ortega, fue el escogido como retiro de nuestro monje a su la vuelta de Palestina. Era un punto especial, donde los peregrinos pasaban penalidades a causa de los ladrones. Aquí decidió construir una iglesia y una casa de acogida, que aún conserva el ambiente religioso y espiritual.

El TEMPLO:

El conjunto urbano es absolutamente evocador. Por su ubicación apartada, pervive en él un ambiente de peregrinación. Los edificios están restaurados.

La iglesia de San Juan de Ortega es sustancialmente un templo románico. Construido en el último tercio del siglo XII hasta el crucero, fue ampliado, a mediados del XV, con un tramo de naves. Tiene planta de tres naves, crucero destacado y triple cabecera.

El exterior del templo es de gran sobriedad. Su extraordinaria cabecera está formada por tres ábsides semicilíndricos, destacando el central, mucho más amplio. En el brazo meridional de crucero hay un gran óculo que asegura la luminosidad del interior.

El capitel de la Natividad



Este capitel de estilo románico, representa varias escenas del nacimiento de Jesús.

Todo el capitel es hermoso, su tallado es exquisito y la ejecución del labrado es inmejorable, pero lo que más llama la atención de él no es esto, sino el llamado “milagro de la luz”, un fenómeno casi esotérico que combina misticismo y belleza en partes iguales.

Es el milagro de la luz. Cada 21 de marzo y 22 de septiembre, en los equinoccios de primavera y otoño a las 17.00h, hora solar, un rayo de sol del atardecer penetra por la ojiva de la fachada e ilumina el capitel de la izquierda del ábside, donde está la escena de la Anunciación. Luego se posa en la del Nacimiento y por último en la de la Adoración de los Magos. El efecto apenas dura diez minutos, pero son suficientes para que los numerosos asistentes, congregados para contemplar el fenómeno climático-arquitectónico sientan una emoción especial. Se puede observar este milagro dos días antes y dos días después del equinoccio.

La Asociación de guías de turismo de Burgos os acompaña en vuestro Camino. Podéis pedir información en el correo guiasdeturismoburgos@gmail.com , o en la web www.guiasdeburgos.es

lunes, 14 de septiembre de 2020

LA CASA DEL CORDÓN. TESTIGO DE GRANDES EVENTOS

 


En el último tercio del siglo XV, época en que se construye la Casa del Cordón, Burgos se encuentra en el punto de partida de máxima brillantez y esplendor. A finales del siglo XV es una de las principales ciudades de Europa.

Los Condestables de Castilla promueven su construcción entre los años 1476 y 1482, en la Plaza del Mercado Mayor, llamada anteriormente “corral de las vacas”

Juan de Colonia inició la obra en colaboración con su hijo Simón. A través de los elementos constructivos, decorativos y simbólicos del edificio, se expresa el importante linaje de sus propietarios, sus firmes creencias religiosas y su aprecio de las virtudes del honor y la fama, tan propias de la época.

El título de Condestable, que fue creado por Juan I, conlleva el mando supremo sobre el ejército y el territorio ocupado. El Condestable era la máxima representación de la realeza de Castilla en ausencia del Monarca.

Don Pedro Fernández de Velasco nació en Burgos en 1425, de familia noble, ostentó varios títulos y fue un gran servidor de la Corona. Su esposa Doña Mencía de Mendoza y Figueroa, hija del Marqués de Santillana, recibió una exquisita educación, y puso de manifiesto su gran sensibilidad artística en la construcción de la Casa de Cordón, entre otros edificios.

La portada es un soberbio exponente del poderío de los Velasco y del concepto religioso de la nobleza de la época, donde un imponente cordón franciscano, de donde proviene la denominación de “Casa del Cordón”, enmarca la portada, que recuerda la devoción de los Condestables a Santo Domingo de Asís. Destaca en el centro del sol eucarístico, de San Bernardino de Siena, y los escudos de los Velasco y los Mendoza-Figueroa.

La Casa del Cordón es uno de los puntos claves en las visitas que organiza la Asociación de guías oficiales de turismo de Burgos. Podéis encontrar toda la información en la web www.guiasdeburgos.es, o en el correo electrónico guiasdeturismoburgos@gmail.com

lunes, 24 de agosto de 2020

BABIECA, LEGENDARIO CABALLO DEL CID

 




                         Monasterio de San Pedro de Cardeña (Burgos)


Es uno de los caballos más famosos de la historia. Acompañó al Cid Campeador en sus batallas a lo largo de más de 20 años. Dicen que era un bello animal, de gran temperamento y extremadamente valiente.

Pudo ser un caballo "español" con algunos "posos" árabes. Los mejores de la Edad Media.

Algunos dicen que era un caballo andaluz, ganado al rey de Sevilla, de pelaje blanco, obediente y ágil.

Otros sitúan sus orígenes en León, en Babia, y de ahí su nombre.

De acuerdo con "El Cantar del Mio Cid", Babieca era un caballo norteafricano, comprado por 1000 dinares.

Tras la muerte del Cid no fue montado por ningún otro caballero. Murió a la edad de 40 años, inusual para un animal de su especie.

La memoria de pocos caballos puede presumir de tener una tumba, pero Babieca, la tiene. Dicen fue enterrado en San Pedro de Cardeña, monasterio donde había sido enterrado su amo. A 10 km de Burgos podéis disfrutar de un espacio singular y descubrir una inscripción que os muestra la tumba.

De su nombre encontramos muchos dichos y sinónimos en nuestro rico lenguaje.

Sinónimos como  bobo, inútil, memo, pasmado, que no hacen en absoluto honor al nombre de este bello caballo.

Por ello, si alguien os dice "Eres como Babieca", entended que os están diciendo que sois valientes y bravos.

Por no olvidar otros bravos caballos, os ponemos aquí algunos de los más conocidos, ¿podríais decir de quién era cada uno sin mirar la lista de la derecha ?

Pegasus .............................. Zeus

Bucéfalo .............................. Alejandro Magno

Estrategos ........................... Aníbal

Incitatus ............................. Calígula

Marengo ............................. Napoleón

Copenhague ........................ Wellington

Palomo ............................... Simón Bolivar

Siete Leguas ....................... Pancho Villa

As de Oros .......................... Emiliano Zapata

Rocinante ........................... Don Quijote de la Mancha


De todos no podemos hablaros, pero durante nuestras visitas por la ciudad, o en el Monasterio de San Pedro de Cardeña, la Asociación de guías de turismo de Burgos os podemos contar más cosas sobre este curioso "personaje" y su dueño.

Para más información, buscad en la web www.guiasdeburgos.es o en el mail guiasdeturismoburgos@gmail.com


miércoles, 19 de agosto de 2020

EL ASEDIO AL CASTILLO

 

El famoso asedio al castillo de Burgos, del 19 de septiembre al 21 de octubre de 1812, escasamente tenido en cuenta en la historiografía española de la guerra de la Independencia, supuso para Wellington uno de los mayores reveses de su carrera militar.

La climatología, la inexpugnable ciudadela y la escasez de artillería condujeron al fracaso del ejército aliado.  Las fuerzas napoleónicas reagrupadas pudieron contraatacar y obligarle a retroceder hasta las posiciones fronterizas portuguesas. 

El terrible asedio costó a Wellington 2.000 hombres y la retirada del ejército de nuevo hacia Ciudad Rodrigo, perseguido por los franceses,  otros 5.000 muertos, heridos y desaparecidos. El asedio al castillo de Burgos significó muchas cosas, pero sobre todo un punto de inflexión en el avance victorioso de Wellington que hizo demorar el final de la contienda.

¿Por qué Burgos tiene una calle en Londres? Todo es a causa del Duque de Wellington. Hay otras ciudades españolas que tienen su nombre en Londres y Glasgow, se debe a las victorias del duque  sobre los ejércitos de Napoleón en la guerra de la independencia 

¿y Burgos? Pues exactamente por todo lo contrario. En Burgos Wellington se vio obligado a retirarse pero Wellington donó unos terrenos de su propiedad para construir un hospital en esta zona de Greewich-Londres. Como resultado se creó una calle que se dio nombre del benefactor  Wellington street. En 1832 el duque se dedicó a la política y adoptó posturas tremendamente ultra conservadoras ganando antipatías entre buena parte de la población. Los habitantes mostraron su disgusto quitando a la calle que llevaba su nombre y sustituyéndolo por el de Burgos, para recordarle que ahí la batalla la tenía perdida y no todo son victorias. Solo después de su muerte logró recuperar la popularidad perdida

Junto ocn el ayuntamiento, la Asociación de guías oficiales de turismo de Burgos, les acompaña en su visita al castillo, hablando de este asedio. Una ruta interesante. www.guiasdeburgos.es

domingo, 16 de agosto de 2020

UNA FORTALEZA EN BURGOS


 
Vistas desde el Castillo de Burgos



La fundación de Burgos y del castillo tiene lugar en el año 884 por el conde Diego Porcelos, bajo el mandato del rey Alfonso III. El objetivo era afianzar la línea defensiva del Arlanzón y dar protección a los primeros pobladores de la nueva ciudad ante las constantes incursiones de los ejércitos musulmanes.

Durante el siglo X resistió los ataques de los musulmanes. A partir de ese momento, con las fronteras más al sur, la fortaleza queda bajo el control de los reyes castellanos que lo ampliaron y embellecieron.

El castillo jugará un papel clave en la Guerra de Sucesión castellana en la que los tenentes de la fortaleza, la familia Stúnñiga, apoyará a Juana la Beltraneja, mientras que el concejo burgalés lo hará a Isabel la Católica. El castillo se rindió tras ocho meses de asedio.

La Edad Moderna supone el inicio de la decadencia del castillo, ya que pierde su finalidad defensiva y pasará a tener otras funciones secundarias. En 1736 un gran incendio destruirá, casi por completo, la fortaleza.

La llegada de las tropas francesas a comienzos del siglo XIX supuso la reconstrucción de la fortaleza como emplazamiento estratégico militar.

Sufrió el asedio dirigido por Lord Wellington que resistió el ejército napoleónico al mando del general Dubreton. Finalmente, el 13 de junio de 1813 los franceses se retiraron, volando en su huida el castillo, quedando totalmente destruido.

 

Hoy se encuentra restaurado. Y es posible visitarlo. La Asociación de guías oficiales de turismo de Burgos realiza visitas a la fortaleza, así como las visitas del Asedio a la misma, de la que hablaremos en el siguiente post. Para más información , contactar a través del correo guiasdeturismoburgos@gmail.com , así como en la web www.guiasdeburgos.es

 

lunes, 10 de agosto de 2020

EL GRAN ANCHIETA, EN MONEO



                           




¿Cómo puede haber una obra del gran escultor vasco Juan de Anchieta en Moneo, un pequeño pueblo de la provincia de Burgos?

Esto se debe a la figura de D. Pedro de la Fuente, quien nace en este lugar hacia el año 1522. Licenciado en Teología por Salamanca, ocupó durante más de veinte años el oficio de magistral en la Catedral de Burgos, hasta que el papa Gregorio XIII, a instancias del Rey Felipe II, lo nombra obispo de Pamplona, cargo que ejerce de 1578 a 1587. Es en esta ciudad donde conoce a Juan de Anchieta, quien por aquellas fechas tiene allí su taller.

 Este gran escultor, el mejor discípulo de Juan de Juni, al decir del propio maestro, fue llamado el “Miguel Ángel español”. A él se deben las tallas de la Asunción y la Coronación de la Virgen en el retablo mayor de la Catedral de Burgos; también se pueden admirar obras suyas en el monasterio de las Huelgas de Burgos, en Briviesca, en Vitoria y en Jaca, entre otras muchas ciudades.

El retablo de Moneo fue contratado en 1588 por el testamentario del fallecido obispo D. Pedro de la Fuente, por encargo de éste, quien había manifestado el deseo de tener una capilla funeraria propia, dedicada a S. Pedro, en la iglesia de su pueblo natal. Por 250 ducados, a Anchieta se le encomiendan el banco y el sobrebanco, destacando una talla de S. Pedro Arrepentido que corona el sagrario, ocupando la altura correspondiente a ambos espacios. Al Apóstol se le representa sentado, en oración, apoyado en un codo, con las manos juntas y la mirada dirigida hacia arriba. Ayuda a situar la escena evangélica el gallo dispuesto a la derecha en una cornisa y la leyenda a los pies del Santo.

Esta es una de las joyas que puedes encontrar si visitas la iglesia de esta bella población perteneciente al municipio de Medina de Pomar.

No es habitual que nos pidan esta parada en la ruta, pero si quieres visitarlo, la Asociación de Guías de Turismo de Burgos te lo muestra.

No dudes en contactar con nosotros en el correo guiasdeturismoburgos@gmail.com  o a través de nuestra web www.guiasdeburgos.es


lunes, 27 de julio de 2020

AL CIPRÉS DE SILOS


Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas el cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanado a sí mismo en loco empeño…
Gerardo Diego
El Ciprés del Monasterio de Santo domingo de Silos con sus 138 años es uno de los más antiguos y seguramente el más famoso de España, y al que más poetas han cantado, aunque sin duda el soneto más famoso es el que le dedicó Gerardo Diego.

Tras la desamortización de Mendizábal, los monjes que volvieron a habitar el monasterio lo plantaron en 1882, hoy le encontramos solitario en el precioso claustro, pero en origen tuvo tres compañeros más, ubicados en las otras esquinas, sin embargo, fue el único que llegó a sobrevivir gracias a que era el que más luz recibía.


Mide unos 28 metros, aunque dicen los expertos que es fácil que aún pueda crecer más.
En los años 80 los monjes vieron que estaba enfermando así que una década más tarde le pusieron en manos de especialistas que descubrieron que los problemas provenían del exceso de riego y de una serie de hongos que estaban afectando a sus ramas, tras los precisos cuidados le volvieron a poner en plena forma tal y como le podemos disfrutar hoy en día.

En la actualidad este maravilloso árbol sigue siendo el símbolo del monasterio.

La Asociación de guías oficiales de turismo de Burgos también os organiza la visita al Monasterio de Silos. Si queréis conocerlo un poquito mejor, contactad con nosotros en el correo guiasdeturismoburgos@gmail.com , o en la web www.guiasdeburgos.es