En el último tercio del siglo XV,
época en que se construye la Casa del Cordón, Burgos se encuentra en el punto
de partida de máxima brillantez y esplendor. A finales del siglo XV es una de
las principales ciudades de Europa.
Los Condestables de Castilla
promueven su construcción entre los años 1476 y 1482, en la Plaza del Mercado
Mayor, llamada anteriormente “corral de las vacas”
Juan de Colonia inició la obra en
colaboración con su hijo Simón. A través de los elementos constructivos,
decorativos y simbólicos del edificio, se expresa el importante linaje de sus
propietarios, sus firmes creencias religiosas y su aprecio de las virtudes del
honor y la fama, tan propias de la época.
El título de Condestable, que fue
creado por Juan I, conlleva el mando supremo sobre el ejército y el territorio
ocupado. El Condestable era la máxima representación de la realeza de Castilla
en ausencia del Monarca.
Don Pedro Fernández de Velasco nació
en Burgos en 1425, de familia noble, ostentó varios títulos y fue un gran
servidor de la Corona. Su esposa Doña Mencía de Mendoza y Figueroa, hija del
Marqués de Santillana, recibió una exquisita educación, y puso de manifiesto su
gran sensibilidad artística en la construcción de la Casa de Cordón, entre
otros edificios.
La portada es un soberbio exponente del poderío de los Velasco y del concepto religioso de la nobleza de la época, donde un imponente cordón franciscano, de donde proviene la denominación de “Casa del Cordón”, enmarca la portada, que recuerda la devoción de los Condestables a Santo Domingo de Asís. Destaca en el centro del sol eucarístico, de San Bernardino de Siena, y los escudos de los Velasco y los Mendoza-Figueroa.
La Casa del Cordón es uno de los puntos claves en las visitas que organiza la Asociación de guías oficiales de turismo de Burgos. Podéis encontrar toda la información en la web www.guiasdeburgos.es, o en el correo electrónico guiasdeturismoburgos@gmail.com
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