¿Cómo puede haber una obra del gran escultor vasco Juan de Anchieta en Moneo, un pequeño pueblo de la provincia de Burgos?
Esto se debe a la figura de D. Pedro de la Fuente, quien nace en este lugar hacia el año 1522. Licenciado en Teología por Salamanca, ocupó durante más de veinte años el oficio de magistral en la Catedral de Burgos, hasta que el papa Gregorio XIII, a instancias del Rey Felipe II, lo nombra obispo de Pamplona, cargo que ejerce de 1578 a 1587. Es en esta ciudad donde conoce a Juan de Anchieta, quien por aquellas fechas tiene allí su taller.
Este gran escultor, el mejor discípulo de Juan de Juni, al
decir del propio maestro, fue llamado el “Miguel Ángel español”. A él se deben
las tallas de la Asunción y la Coronación de la Virgen en el retablo mayor de
la Catedral de Burgos; también se pueden admirar obras suyas en el monasterio
de las Huelgas de Burgos, en Briviesca, en Vitoria y en Jaca, entre otras
muchas ciudades.
El retablo de Moneo fue contratado en 1588 por el testamentario del fallecido obispo D. Pedro de la Fuente, por encargo de éste, quien había manifestado el deseo de tener una capilla funeraria propia, dedicada a S. Pedro, en la iglesia de su pueblo natal. Por 250 ducados, a Anchieta se le encomiendan el banco y el sobrebanco, destacando una talla de S. Pedro Arrepentido que corona el sagrario, ocupando la altura correspondiente a ambos espacios. Al Apóstol se le representa sentado, en oración, apoyado en un codo, con las manos juntas y la mirada dirigida hacia arriba. Ayuda a situar la escena evangélica el gallo dispuesto a la derecha en una cornisa y la leyenda a los pies del Santo.
Esta es una de las joyas que puedes encontrar si visitas la
iglesia de esta bella población perteneciente al municipio de Medina de Pomar.
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