El arco de San Martín era la
puerta más occidental de la muralla de Burgos. También se la denominó “Puerta
Real” o “Puerta Juradera”, al exigirse juramento para entrar en Burgos a los
reyes y gente importante. Antes de entrar, éstos, debían jurar los fueros y
privilegios de la ciudad. Más tarde, este privilegio, recaería en la puerta de
Santa María.
La
puerta de San Martín es de aspecto sencillo, pero al mismo tiempo de gran
vistosidad. Construida en el siglo XIV con piedra caliza y ladrillo por expertos alarifes. El aspecto
mudéjar viene determinado por el doble arco de herradura, entre el que se
descolgaba el enrejado, el peine, que cerraba la puerta.
Había
una pequeña puerta que servía para entrar y salir del interior del arco. En su
parte superior había una habitación donde se recogían los militares encargados
de la defensa.
Esta
puerta era oficialmente la entrada a la ciudad y se engalanaba cuando venía un
visitante de alta cuna. En su entorno se reunía el pueblo para presenciar todo
el ritual.
Este acceso está muy unido al
Camino de Santiago, formando parte integrante de él, ya que es la puerta por la
que salen los peregrinos. Hoy se encuentra dentro de la ciudad, antaño daba
extramuros, a las afueras, al campo.
La puerta de San Martín hizo de
divisoria entre moros y judíos, que se asentaban en sus proximidades, estando
la sinagoga de los judíos en las inmediaciones de esta puerta.
En las cercanías de esta puerta
se localiza el “Solar del Cid” que según cuenta la tradición es donde se
encontraba la casa familiar de Rodrigo Díaz de Vivar.
Desde la Asociación de Guías oficiales de Burgos podemos organizaros una ruta por las diferentes puertas de la ciudad de Burgos, o incluir esta bella puerta de San Martín en vuestro paseo por la ciudad. Para más información contactar con guiasdeturismoburgos@gmail.com o en la web www.guiasdeburgos.es
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