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jueves, 26 de marzo de 2020

¿POR QUÉ NO VOLVIERON AL PALACIO?


Corría el año 1845 y la reina Isabel II decidió visitar nuestra ciudad de Burgos. El Ayuntamiento se puso manos a la obra para buscar alojamiento para tan regia visita.

Tras muchas alternativas se decidieron por los palacios que tenía la Marquesa viuda de la Vilueña junto al Paseo del Espolón.
El Marquesado de la Vilueña había sido concedido en primer lugar por el rey Felipe IV a favor de José Manrique de Luna, en un señorío que existía desde el siglo XIII y que estaba relacionado con el Condestable Álvaro de Luna. Posteriormente fue rehabilitado por Carlos II en 1619 para Dionisio Fernández de Heredia, conde de Aranda.

La marquesa aceptó gustosa, siempre que se realojara a aquellos que en las casa vivían y que, tras la visita real, se comprometieran a dejarla como estaba al principio.

El Ayuntamiento aceptó y comenzó los preparativos para su decoración. Hay que decir, que, siempre que los reyes se alojaban en un edificio de nuestra ciudad, se pedía esfuerzo a todos para colaborar en su decoración. En el interior se decoró cada estancia en unos colores, así como se colgaron telas en los balcones para que los burgaleses distinguieran quién dormía en que estancia. La reina recibió los colores dorado para el balcón y morado para sus cortinas de cama.

También se adecentaron los alrededores del Palacio, llegando a cerrar las ventanas,que lindaban con el Palacio, de la cárcel (en el lugar donde se encuentra el Palacio de la Diputación) y derribar aquellas viviendas que presentaban un aspecto feo.

Imaginamos que la estancia de Isabel en el Palacio fue agradable, ya que así lo expresó antes de partir.  ¿Cumpliría el ayuntamiento todas las condiciones impuestas? ¿se encontraría la Marquesa el Palacio en el estado que ella pensaba? Mucho nos tememos que no fue así, ya que , a partir de ese momento se negó en rotundo a volver a alojar a los visitantes reales cuando se lo solicitaron en sucesivos viajes.

Por cierto, que una de las obras de arte que se utilizó para decorar las habitaciones de Isabel fue el cuadro que Juan de Flandes había hecho de Isabel la Católica, pero………ese es tema para nuestra visita.

Durante los visitas guiadas por la ciudad de la Asociación de guías oficiales podemos mostraros el lugar donde se encontraba el Palacio del que os hablamos. Contacta con nosotros en www.guiasdeburgos.es o en el correo guiasdeturismoburgos@gmail.com

lunes, 23 de marzo de 2020

PASEO PRIMAVERAL POR EL VALLE DE CADERECHAS



             Valle de Caderechas. Empezando a brotar .

El valle de las caderechas es un pequeño y sorprendente enclave burgalés situado en el costado noroccidental de la comarca de la Bureba; recomendamos visitarlo  en cualquier época del año y especialmente en el mes de abril, cuando se cubre con un espectacular manto blanco de sus miles de cerezos en flor.

Ya los hombres del Paleolítico dejaron huellas de su presencia en las cuevas del valle y de su entorno. De época romana le viene al valle su nombre, Caderechas, que procede del vocablo latino “cataractae”, cataratas, en alusión a los numerosos saltos de agua existentes. Aunque  Julio Caro Baroja apunta otro posible origen, nos dice que el topónimo podría derivar de la raíz celta “card” (pedregal).

Desde la antigüedad y hasta la Edad Media, los pueblos de esta zona estuvieron dedicados a la agricultura y a la ganadería. En el S.XVI se desarrolló la industria de los telares y el territorio se pobló de plantaciones de lino. Fue también zona de arrieros, que empleaban sus monturas para llevar las mercancías hasta la calzada romana de Burdeos a Astorga, cruzando el páramo de masa.

Su quebrado y aislado paisaje aparece salpicado de pintorescos pueblos que han sabido conservar su arquitectura tradicional como: Salas de Bureba, Aguas Cándidas, Padrones de Bureba, Escóbados de Abajo, Madrid de las Caderechas, Huéspeda, Herrera, Quintanaopio, Río Quintanilla, Rucandio, Ojeda, Hozabejas, Cantabrana ,Terminón ( su nombre deriva de Terminus, dios romano de las fronteras, ya que éste lugar fue frontera de sus legiones).

Si queréis visitar las Caderechas, ya sea primavera o no, os llevamos. Contactar con la Asociación de guías de Burgos en la web :www.guiasdeburgos.es o en el correo electrónico: guiasdeturismoburgos@gmail.com

POR LA RIBERA DEL ARLANZA



El agua es símbolo de vida y la del río Arlanza se transforma en arte, historia, gastronomía y en la generosidad de las gentes de esta comarca. La Asociación de Guías de Turismo de Burgos te invita a “navegar” por estas tierras míticas de Castilla.

Siguiendo el cauce del Arlanza descubriremos la villa ducal de Lerma, ciudad-convento reflejo del poder de Don Francisco Gómez de Saldoval y Rojas, valido del rey Felipe III. Recorreremos sus calles barrocas visitando el antiguo palacio ducal sus conventos la magnífica Colegiata dedicada a San Pedro y su espléndida plaza.



El curso del Arlanza nos permite detenernos en la localidad de Covarrubias, pintoresca villa relacionada con el buen conde Fernán González y con el origen del reino castellano. Entramos por el Arco del Adelantamiento del S.XVI, y a lo largo de  nuestro recorrido visitaremos la Colegiata de San Cosme y San Damián. Este magnífico templo  custodia en su interior tesoros de su pasado como el tríptico de Covarrubias y  sepulcros medievales entre los que destacan los del conde Fernán González, el de su esposa Sancha o el de Doña Urraca. La villa conserva su arquitectura popular con  entramados de madera que sorprenden al visitante. Para sorpresa, sin duda, las leyendas que a través de los siglos han marcado la historia de esta localidad, como la desafortunada vida de la Princesa Cristina de Noruega.

Dejamos por un momento las aguas del Arlanza para adentrarnos en el valle de Tabladillo, enclave del milenario Monasterio de Santo Domingo de Silos. Su claustro románico de exquisita belleza conserva una serie de relieves y capiteles de los S.XI y S.XII, considerados obras maestras de su tiempo. En el centro del mismo destaca el famoso ciprés, al que han cantado grandes poetas, entre ellos Gerardo Diego. En la iglesia abacial resuenan diariamente los cantos gregorianos entonados por los monjes que nos permiten retrotraernos a tiempos pasados.

La ruta puede continuar por otros interesantes parajes, como el espacio natural de la Yecla, la visita a la iglesia visigoda de Santa María de Quintanilla de las Viñas del S.VII o las ruinas del monasterio benedictino de San Pedro de Arlanza.

Imposible resumir en un pequeño blog la experiencia de viajar a través de esta ruta del Arlanza, os lo podemos transmitir en nuestras visitas. No dudes en contactar con la Asociación de guías oficiales de turismo de Burgos en nuestra web : www.guiasdeburgos.es o en el  correo :guiasdeturismoburgos@gmail.com, así como en nuestro teléfono 659268321

sábado, 21 de marzo de 2020

¿POR ESTO CASÓ CARLOS II EN QUINTANAPALLA?




                  Quintanapalla. 
                  foto de: manconunidades.burgos.es


Seguro que muchos sabéis que el rey Carlos II casó en Quintanapalla con María Luisa de Orleans, como cada año nos lo recuerdan en la magnífica recreación que la localidad realiza cada mes de agosto. Pero,¿Porqué en Quintanapalla y no en Burgos? Vamos a tratar de dar una pequeña razón, no sabemos si es verdad o no, descubridlo en nuestras visitas.

Resultó que el rey Carlos se acercó a Burgos el 5 de Noviembre de 1679, con la idea de desposar a la sobrina del francés Rey Sol en nuestra magnífica Catedral.

Como se había anunciado este evento a la ciudad el día 20 de Julio, el regimiento no escatimó en los preparativos, así como el Cabildo. Pero, al parecer el arzobispo, que entonces era D. Enrique de Peralta y Cárdenas, no acudió a saludar al rey a Lerma, en los días anteriores a su llegada a Burgos.

Esto no gustó nada a Carlos, que más tarde se negó a recibir al arzobispo en el Palacio de los Condestables, su residencia en Burgos.

De modo que las relaciones entre el rey y el arzobispo que debía casarlo no eran las mejores. Se añadió además la repentina enfermedad del Arzobispo, que, seguramente, debería aplazar la ceremonia, planeada para el 19 de Noviembre.
Pues Carlos, no contento con la situación y puesto que era el rey aprovechó para acercarse a Quintanapalla a recibir a la nueva reina, y ya de paso ordenó que se preparara allí un altar y se celebrara la boda.

De esta manera Carlos y María Luisa entraron en Burgos por la puerta de San Juan, ya como marido y mujer.

¿Cómo terminó el arzobispo D. Enrique? No lo pondremos en este artículo, preferimos contarlo en persona durante los paseos por la ciudad, aunque ya adelanto, que no tuvo el funeral que seguramente él hubiera querido.


Más anécdotas como estas podéis descubrir en las visitas guiadas que la Asociación de guías de turismo de Burgos ofertamos. Podéis verlo en la web:www.guiasdeburgos.es o contactar con nosotros en el mail:guiasdeturismoburgos@gmail.com

viernes, 20 de marzo de 2020

UNA ESTATUA PARA El CID

Ya desde el Siglo XVI, como consta en un acta municipal de 1594, la ciudad de Burgos tuvo la intención de  erigir un monumento al Cid.

El 28 de Agosto de 1905 Alfonso XIII coloca la primera piedra del Monumento al Cid en la Plaza de Castilla, guardándose en una caja de plomo el acta del acontecimiento, junto con periódicos del día y monedas de oro y plata. Las Cortes en dicho año conceden el bronce para el monumento.

En 1947 el Alcalde de Burgos Carlos  Quintana, con motivo de la impresión del “Cantar de Mío Cid” por la Junta del Milenario de Castilla, retoma la idea de la construcción del monumento, consiguiendo del Ministerio del Ejercito que devolviera a Burgos el bronce que las Cortes habían concedido para la realización del mismo años atrás. Dicho alcalde firma un contrato ese mismo año con Juan Cristóbal González para la ejecución de la estatua.

Cuentan que el 6 de Junio de 1949, cuando ya el artista tenía realizada la escultura, se cae la cabeza de Babieca, existiendo dos versiones: una la de la caída fortuita y otra que dice que fue provocada por el mismo Juan Cristóbal, así realizar un nuevo Cid, al no estar el artista satisfecho del todo con su obra.

Entre junio de 1949 y junio de 1950 Juan Cristóbal comienza una segunda escultura del Cid. En este segundo Cid, Juan Cristóbal remodela la cabeza de Babieca, modifica la barba de Rodrigo y dota al Cid de capa.

Tras exponer la estatua del Cid en su estudio de la calle Londres (Madrid),  Juan Cristóbal hace entrega de la estatua en escayola a la Fundición Hermanos Codin en diciembre de 1951.

Para la estatua de Juan Cristóbal se estudiaron por la Junta Cidiana los emplazamientos de las Plazas de Fernando III “El santo”, Plaza de Vega, Duque de la Victoria y  la que finalmente se eligió.

La obra arquitectónica fue encargada por el Ayuntamiento de Burgos, mediante concurso, al arquitecto Fernando Chueca Goitia.
El pedestal de forma cuadrangular está compuesto por varios materiales, el zócalo es de granito gris, el cuerpo central de granito rosa y la parte superior de piedra caliza. En los laterales hay dos inscripciones relativas al Cid y en los lados norte y sur los escudos de Castilla y Burgos.

Las inscripciones que se pueden leer son las siguientes:
“El Campeador llevando consigo siempre la Victoria fue por su nunca fallida clarividencia, por la prudente firmeza de su carácter y por su heroica bravura, un milagro de los grandes milagros del Creador”
Año 1099: en España dentro en Valencia murió el Conde Rodrigo Díaz. Su muerte causó el más grave duelo en la Cristiandad y gozo grande entre sus enemigos

La figura del  Cid va unida a la historia de nuestra ciudad, como os podemos contar en nuestros Paseos con la Asociación de Guías de Turismo de Burgos. Podéis ver nuestra oferta de estas visitas en la web :www.guiasdeburgos.es. O puedes contactar con nosotros para personalizar vuestras visitas en el teléfono  +34 659 268 321 o en el correo electrónico :guiasdeturismoburgos@gmail.com

miércoles, 18 de marzo de 2020

CAPILLA DE LA CONCEPCIÓN O DE SANTA ANA


Construida entre 1477 y 1488, por los arquitectos Juan y Simón de Colonia por orden del obispo Don Luis de Acuña y Osorio, es una de las más ricas e impresionantes capillas de la Catedral de Burgos.

Todas las capillas fueron en su origen capillas privadas financiadas por familias ricas y que servían de panteón familiar. En el centro encontramos el sepulcro del fundador, Luis de Acuña y Osorio, obra maestra de Diego de Siloé.

El retablo, de estilo gótico florido,  es obra de Gil de Siloé, padre de Diego. En él está representado el árbol de Jessé en torno al abrazo de Joaquín y Ana, padres de la Virgen María. Además hay representaciones sobre la vida de la Virgen y de sus padres: La expulsión de San Joaquín del Templo, la aparición del ángel a San Joaquín, el nacimiento de la Virgen, la presentación de la Virgen en el templo.

Uno de los relieves representa al donante, el obispo Acuña rodeado de sus acólitos y otro a San Humberto, patrón de los cazadores y santo por el que el obispo sentía gran devoción.

En la predela, la parte inferior del retablo, están los cuatro evangelistas representados con sus símbolos  (tetramorfos). El evangelista San Marcos lleva puestos unos binóculos, algo que no existía en su época. En varias obras de Gil de Siloé encontramos un personaje que lleva unos lentes, se dice que es su firma y que quizás pueda ser su propio retrato.

 Si queréis saber más sobre la Capilla de Santa Ana, no dudes en visitar con la Asociación de guias de turismo de Burgos la Catedral de Burgos. Para contactar , podéis hacer lo en el teléfono  +34 659 268 321 o en el correo : guiasdeturismoburgos@gmail.com o en la web www.guiasdeburgos.es


lunes, 16 de marzo de 2020

EL PALACIO DE LA ISLA: RESIDENCIA REAL ANTE LA



En la noche del 23 de septiembre de 1891 se produce un gravísimo accidente ferroviario entre las estaciones de Burgos y Quintanilleja, donde el expreso que procedía de San Sebastián colisionó con el tren mixto, que circulaba en dirección contraria. Afortunadamente a los viajeros del “mixto” les salvó la vida la heroica conducta del maquinista, Pedro Jaca, quien, al darse cuenta de que el expreso se acercaba, frenó e hizo que bajaran del tren los viajeros, quedando él en su puesto y muriendo.


En el expreso viajaba el ex ministro  José Canalejas y Saturnino Frutos Ojitos” , banderillero de Frascuelo, que colaboraron en el rescate de los heridos.


El resultado fue de 15 muertos y 25 heridos, todos del expreso salvo 1 del “mixto” , el maquinista.


La magnitud de la tragedia motivó que la reina regente, María Cristina y el rey niño, Alfonso XIII, y las infantas Mª de las Mercedes y Mª Teresa, acudieron a Burgos con objeto de asistir el 13 de octubre de 1891 a una misa Réquiem en la Catedral por las víctimas, y también visitar a los heridos.


Tres días estuvieron de lunes a miércoles, 12,13 y 14 de octubre de 1891, alojados en el palacio de los Muguiro, hoy conocido como Palacio de la Isla y que en la actualidad es sede del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua.


Los Muguiro  hicieron un pedido de flores por valor de 6.000 reales para adornar el palacio, destacando las violetas, flores preferidas de la reina. La reina agradecida por el detalle le  regaló a doña Francisca una pulsera formada por tres aros, uno de brillantes, otro de zafiros y un tercero de esmeraldas. Por su parte, su marido es nombrado”Gentilhombre de Cámara”.

Aunque no es el espacio más conocido de Burgos entre nuestros turistas, desde la Asociación de guías de turismo de Burgos, siempre podemos acercarles a este bello Palacio de la Isla ,así como al Jardín botánico que se encuentra frente a él y mostrarles un trocito de Burgos que nuestros visitantes, a menudo, se pierden.  Nos lo pueden solicitar en nuestro correo:guiasdeturismoburgos@gmail.com
, o en nuestra web www.guiasdeburgos.es, así como en el teléfono 659268321