La provincia
de Burgos ha sido testigo del nacimiento de dos santos varones de nombre
Domingo: Santo Domingo de Guzmán, fundador de la orden de los domínicos, y
Santo Domingo de la Calzada, al que el filósofo Joaquín de Entrambasaguas en
1940 definió como el arquitecto del cielo.
Hoy día 12 de
mayo se conmemora la festividad de Santo Domingo de la Calzada, nacido en
Viloria de Rioja (Burgos) en 1019 y cuya defunción tuvo lugar en la localidad
riojana que lleva su nombre tal día como hoy del año 1109.
Era hijo de un
labrador llamado Ximeno García y de su esposa Orodulce. Tras no lograr ser
admitido en los Monasterios benedictinos de Valvanera y San Millán de la
Cogolla decidió retirarse a un lugar apartado en los bosques de Ayuela para
llevar una vida de eremita
En 1039 comenzó a colaborar con
Gregorio, obispo de Ostia, llegado a Calahorra como enviado papal para
combatir una plaga de langosta que asolaba los territorios navarros y riojanos.
Este le otorgó la ordenación sacerdotal y juntos construyeron un puente de
madera sobre el río Oja para facilitar el tránsito de los peregrinos hacia
Compostela.
Tras morir Gregorio, volvió a la zona de
Ayuela donde taló bosques, roturó tierras y comenzó la
construcción de una calzada de piedra que supuso una desviación del camino
tradicional por la calzada romana entre Logroño y Burgos, pero que se convirtió, a partir de
entonces, en la ruta principal entre Nájera y Redecilla del Camino. Para mejorar las condiciones de los
peregrinos que empezaron a transitar la nueva calzada, sustituyó el puente de
madera que había construido con Gregorio por uno más robusto de piedra, y
construyó un complejo integrado por hospital, pozo e iglesia, para atender a
las necesidades de los viajeros, donde en la actualidad se encuentra la Casa
del Santo, utilizada como albergue de peregrinos.
Con la ayuda de su discípulo Juan de Ortega inició la
construcción de un templo dedicado al Salvador y Santa María, que fue
consagrado por el obispo de Calahorra en 1106.
Al santo se atribuyen numerosos milagros y curaciones,
siendo su milagro más conocido el del gallo y la gallina:
En el siglo XIV peregrina a Compostela
un joven alemán de 18 años llamado Hugonell, que va acompañado por sus padres.
En el mesón donde se hospedan trabaja una muchacha joven que se enamora de él y
le requiere de amores, a lo que el muchacho se niega. Despechada y con ansias
de venganza guarda en el zurrón del joven una copa de plata y luego le acusa de
robo. El joven será detenido por el hurto y condenado a morir en la horca. Cuando
los padres acuden a rezar a su hijo ahorcado, éste les dice que se ha salvado
por intercesión de Santo Domingo. Felices los padres acuden a comunicar la
noticia al corregidor que justo en ese momento está cenando unas aves. El
corregidor naturalmente se burla de lo que oye y lanza la conocida frase: “Vuestro
hijo está tan vivo como este gallo y esta gallina que me disponía a comer antes
de que me importunarais”. Y en ese momento, las aves saltan del plato y se
ponen a cantar y cacarear alegremente.
Debido a su gran labor constructiva es
patrón de los ingenieros técnicos de obras públicas e ingenieros de caminos,
canales y puertos.
Asimismo, es todo un referente para los
peregrinos jacobeos que atraviesan cada año las tierras riojanas y burgalesas
del Camino de Santiago.
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